Masculinidades
no hegemónicas

La masculinidad no hegemónica se define como aquella expresión y práctica de lo masculino que se distancia deliberadamente de los patrones tradicionales y dominantes, históricamente asociados a la agresividad, el dominio y la supresión de la vulnerabilidad emocional, permitiendo en su lugar la incorporación de rasgos tales como la empatía, la sensibilidad y el cuidado, lo cual propicia la construcción de identidades más inclusivas y diversas. Este concepto se fundamenta en la idea de que las masculinidades no son homogéneas ni inmutables, sino que se encuentran en constante negociación y transformación dentro de contextos sociales, culturales y económicos específicos, de modo que se reconoce la existencia de múltiples formas de ser hombre que desafían las estructuras jerárquicas establecidas y promueven la equidad y la justicia en las relaciones interpersonales y sociales. Al fomentar la deconstrucción de estereotipos y la apertura hacia prácticas más igualitarias, la masculinidad no hegemónica se erige como un elemento crucial en los procesos de transformación social, al posibilitar que tanto hombres como mujeres se beneficien de relaciones basadas en el respeto mutuo y la corresponsabilidad, eliminando gradualmente los efectos negativos derivados de un modelo tradicionalmente excluyente y restrictivo.